Cuando venden las emociones y no el precio

‘Con’razón

¿Imaginas redactar un propuesta de servicio con un presupuesto sincero, sin que la obtención del cliente dependiera exclusivamente -o casi- del precio?

Llevamos unos meses hablándote ya del tema, pero nunca es una mala ocasión para darle una nueva vuelta al asunto: estamos hablando del poder de las emociones, un poder capaz de multiplicar la preferencia por una marca.

Fidelizar siempre es al corazón

Aportar un valor al consumidor contribuye a que el impacto de tu marca se superponga por encima de la media, mejorando la experiencia de marca y la satisfacción de los clientes. Esto provoca un aumento en las recomendaciones y reseñas positivas, una notoriedad mayor y un incremento de la tasa de fidelización, por mentar algunas ventajas, pero para que esta fórmula funcione, es necesario un ingrediente clave: las emociones.

Existen sectores más proclives a la generación de emociones positivas, como puede ser el turismo, la hostelería o el bienestar, pero eso no quiere decir que determinadas emociones estén vedadas a sectores de por sí no tan ‘alegres’ o divertidos, como puede ser una asesoría, un taller mecánico o un clínica estética.

De lo que se trata es de mostrar la verdad que hay tras una marca, y para ello es imprescindible generar un sentimiento en el consumidor para que conecte con nuestra propuesta.

No es suerte, es estrategia

No hay mejores emociones. Tal vez puedes encontrar que en tu estrategia de video marketing los contenidos que recurren a un tipo concreto de emoción tienen más interacción, pero no es una fórmula exacta. Ningún consumidor quiere sentir siempre nostalgia cada vez que vea un spot o video promocional de tu marca, entre otros casos, porque somos seres complejos que maduran, evolucionan y se ven afectados por las circunstancias, y lo que un día nos emociona y hace llorar, otro día nos puede parecer lleno de clichés. 

Por ello, es vital identificar las emociones que a priori mejor pueden funcionar respecto a nuestro público objetivo, y elaborar una estrategia de video marketing basada en potenciarlas con un contenido sincero. Eso sí, ninguna estrategia debería ser inamovible, ni prolongarse más allá de un año. Ese obligado replanteamiento es exigente, pero también te hará conectar con tu público según lo que va demandando y mostrar una cara de tu empresa al día en tendencias y actualidad.

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