Fases de la producción audiovisual: la producción

Fases de la producción audiovisual

La semana pasada hablamos aquí sobre la primera de las tres fases de una producción audiovisual, la preproducción, en la que desarrollamos los puntos clave que hay que tener en cuenta a la hora de afrontar una creación audiovisual. Principalmente hablamos de la creatividad, las ideas, el guion, storyboard, presupuesto y los recursos disponibles para realizar el trabajo, tanto materiales como técnicos.

Hoy es el turno de hablar de la segunda fase de la producción audiovisual: la producción propiamente dicha, ya sea en términos de rodaje o animación.

La producción audiovisual

Una vez tenemos todo planificado en la fase de preprodución, llega el momento de rodar si estamos hablando de una producción en exteriores

Con el fin de evitar errores y minimizar los imprevistos, es conveniente tener preparado un orden de rodaje y que un profesional se encargue de la supervisión (script). En esta fase de producción es imprescindible tener muy presente el encuadre, la luz y el sonido.

En primer lugar, el encuadre, entendido como la composiicón de escenas, depende del punto de vista desde el que queramos ‘narrar nuestro video’ y del objetivo que persigamos. No es lo mismo un anuncio rodado en primer plano que en otro en plano abierto. Cada imagen transmite unas emociones y da un mensaje concreto. Según el guion y storyboard definido en la preproducción, así ha de encaminarse nuestra producción y encuadre.

Junto a este, la luz y el sonido van de la mano. Estos dos puntos no solo hacen referencia a que ambas sean ‘profesionales’, sino a que caminen de la misma mano que el encuadre y hacia el objetivo propuesto. Tal vez nuestro anuncio necesite una luz tenue, un ruido con acabado ‘casero’ o incluso un rodaje en blanco y negro. No se trata de que no existan ‘rincones oscuros’, sino de que todo tenga un sentido y camine en una misma dirección.

Si hablamos de un video animado, esas jornadas de rodaje, preparación de escenarios, maquillaje de actores, iluminación, sonido y encuadre las sustituimos por un puro trabajo de diseño gráfico y animación de efectos. De igual modo que con el rodaje, los videos animados también dependen en gran parte de un buen trabajo de preproducción, ya que de ello podremos extraer grandes decisiones como el estilo gráfico, el ritmo del video, la locución idónea, la duración o el mensaje más certero.

Segundo pilar fundamental

Hasta aquí llegaría el trabajo de la producción audiovisual como tal. La próxima semana te hablaremos de la tercera y última etapa que ha de tener todo video profesional: la postproducción audiovisual.

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