Inspirar u ofrecer, esa es la cuestión
Mensajes que inspiran
Es un titular engañoso, lo reconocemos.
¿Acaso no se puede ofrecer un producto o servicio a través de la inspiración? Indudablemente que sí, pero cuando hemos titulado esta entrada con esta aparente disyuntiva, nuestro sentido de ‘ofrecer’ iba más referido a ese gen de comunicación que nos acompaña a todos, responsable del pensamiento sobre que el consumidor necesita la información más que mascada. No es así. Para nada.
Tal vez nos cueste verlo al principio, pero hemos de partir de la base que nuestro consumidor es más inteligente de lo que nosotros pensamos. No se trata de ninguna cura de humildad, pero cuando llevas más de una década ayudando a empresas y marcas a desarrollar sus estrategias de video marketing, te das cuenta que la mayoría pensamos que, si no somos ‘directos’, nuestro cliente objetivo no va a entender el mensaje. Hace mucho que esto dejó de ser así, y es en este sentido que las piezas audiovisuales deben dejar de ofrecer, para empezar a inspirar.
Enemigos de la inspiración
Inspirar con un anuncio no es fácil, y no hablamos solo del momento creativo, la producción y la postproducción audiovisual. Hablamos también de convicción, algo de vital importancia para que la rueda gire sin trompicones.
La convicción no es moco de pavo. Creer en que un mensaje inspiracional es lo adecuado siempre es un camino cuesta arriba cuando hablamos de pequeñas y medianas empresas. La inspiración se relaciona con términos como la imagen de marca, la identidad corporativa, la propuesta de valor o la personificación empresarial. Vender un producto o servicio de una manera inspiradora es tan eficaz como sutil y, de hecho, ambos términos se dirigen de la mano hacia el éxito. Cuando el responsable de la toma de decisiones cree que una estrategia inspiracional no obtendrá resultado, trata de cambiar la campaña o de abaratar costes e, indudablemente, cuando se abaratan costes se reduce en creatividad, producción o postproducción. Quien diga lo contrario, miente.
Esto no es para mí
Tenemos el falso convencimiento de que, cuando un anuncio deja claro su mensaje e incluso fuerza a una llamada a la acción, se trata de un buen anuncio, y no siempre ha de ser así. Existe un consumidor tipo, cada vez más mayoritario, que huye de esas ‘bofetadas de teletienda’.
Lo que ocurre es que muchas veces pensamos que eso de ‘inspirar’ con nuestros anuncios no es para nuestra empresa, o bien porque nuestro producto o servicio es demasiado abstracto, simple o incluso porque pensamos en una campaña de video marketing más ‘mística’ y, casi de forma directa, pensamos en una inversión mayor. No, no tiene por qué ser así, al igual que las campañas inspiracionales no están reservadas únicamente a las grandes empresas.
Acabar con todos estos falsos mitos es tan sencillo como limitarse a un frase que, aunque ya manida, sigue siendo tan verdadera como el primer día: si quieres ser grande, empieza a actuar como un grande.
¿Comenzamos?
Contacta con nosotros y pídenos presupuesto
Otros artículos que pueden interesarte: